Cartas al director: El regreso de doña Cynthia

Si la memoria no me falla, creo que fue Julio César, famoso emperador romano, quien dijo la celebre frase “Veni, vidi, vici” , que traducida al español significa: “Vine, vi y vencí”.

No sabemos si doña Cynthia Viteri, asambleísta de oposición y precandidata presidencial por La Unidad, que acaba de regresar de Caracas antes de completar con todo el plan de su viaje, pudiera repetir la expresión de uno de los amantes de Cleopatra.

Y lo digo porque mientras para unos pudiera considerarse un fracaso el tenerla ya de vuelta antes de que hubiera hecho lo que tenía que hacer en la tierra de Simón Bolívar, para otros significa precisamente un triunfo político suyo el que Maduro se haya sentido aterrorizado con su presencia (también política, por supuesto, y no personal porque se trata de una mujer hermosa en su madurez) y haya ordenado a sus secuaces que la pongan de inmediato en un avión que la traslade a Bogotá, de regreso a La Perla.

Haber provocado este miedo de un gobernante que dice ser poderosamente populista y como tal no tener miedo al diablo, podría resultar todo un triunfo para la bella dama que también disgustó al prefecto azuayo Paúl Carrasco, pero por otros motivos.

Y en su actual condición de mártir a lo mejor consigue, en La Unidad, conciliarse con doña Lourdes Tibán y armar un binomio femenino anticorreísta que acabaría con tanto machismo y feminicidio reinante en nuestro país. (FCV)