Algunas novedades ha traído el progreso a La Perla, que se ha manifestado primero a través de la regeneración urbana. Y así contamos ahora con los dos malecones (frente al río Guayas y junto al estero Salado) que necesitaba una ciudad que ha tenido la suerte geográfica de ser un puerto doble: fluvial y marítimo. Ahora cuentan los porteños con la rueda moscovita, que por las noches gira con esplendente luminosidad, prometiéndose también una montaña rusa y quién sabe que otras formas de diversión.

Pero, no todo ha de ser diversión en esta vida. También hay que tomar en consideración las necesidades de transportarse de un lugar a otro. Ahora lo hacemos por calles y avenidas usando automóviles, buses, camiones, motocicletas, etc., y sobre el agua, utilizando barcos, motoveleros, botes y canoas, que sirven para cruzar los ríos o para llegar hasta el mar siempre lleno de olas. Sin embargo, el Municipio ha considerado la necesidad de usar la tercera opción: lo aéreo. Y ya se anuncia que a comienzos del próximo año se firmará un contrato con una firma francesa para que construya un taxi-aéreo que, como es de imaginarse, es también un teleférico como hay en otras partes del mundo. Así, el ir y venir de la vecina orilla, Durán, se lo hará de esa manera y no solamente usando el puente de la Unidad Nacional. Esperamos, pues, con impaciencia que dicho transporte comience a funcionar dentro del tiempo señalado. (FCV)