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Opinión

Cartas al director: ¿Y el taxímetro en Guayaquil?...

Viajando por nuestra serranía, se pasan agradables momentos que motivan volver.

Viajando por nuestra serranía, se pasan agradables momentos que motivan volver. Pero el viajero, particularmente el guayaquileño, se siente lastimado al encontrarse con algo totalmente fuera de lo habitual y que aquí no le damos importancia: El taxímetro, que tasa el valor de una carrera y que, por su exactitud, refleja hasta los centavos a pagarse, cosa que en Guayaquil no se acostumbra. Aquí se pacta el precio entre el conductor y el usuario.

El taxímetro es obligatorio en todo el país y también a nivel mundial. Según la Ley de Tránsito, los gobiernos municipales deben exigir el cumplimiento de esta normativa de la ley.

El taxímetro es indispensable para las empresas y cooperativas de taxis. Al no acatarse esta disposición, los carros amarillos pierden su condición de taxis, aún ostentando el letrero, y caen en la informalidad. No puede desconocerse que son conductores profesionales, ya que realizan una actividad o profesión para ganarse la vida.

El no uso del taxímetro en Guayaquil no puede pasar desapercibido, pues conlleva consecuencias que aún no han sido estimadas en sus reales dimensiones. He aquí algunos indicativos: Ahuyenta el turismo nacional e internacional. Incide en el aumento del costo de la vida en esta ciudad. Y propicia una adversidad entre conductor y contratante (usuario), etc.

Corolario: Sucede a todo viajero que llega a la Terminal Terrestre de Guayaquil. Costo del pasaje, ejemplo, desde Ambato $ 8. Distancia: 277 Km. Tiempo:3h35. Una carrera desde la Terminal a la Urbanización Milán, 20 Km Tiempo 0h30. Por las noches cobra $ 10 y en la madrugada $ 12. ¿Hace falta o no el taxímetro?...

César Antonio Jijón Sánchez.