A UN DÍA del penúltimo mes del año, lo primero que resalta es el inminente feriado vacacional más prolongado del año, que se inicia el miércoles 2, Día de los Difuntos, un inamovible día de descanso. Luego el jueves 3 es el Día de Cuenca, conmemorando la epopeya del año 1820, cuando los morlacos secundaron la gesta independentista del 9 de Octubre en Guayaquil. Y el viernes 4 también será vacacional, pero recuperable por decreto oficial, con el afán de fomentar el turismo interno; pues con descanso tan largo, muchos ecuatorianos aprovecharán para visitar a familiares y amigos de otras ciudades. El gran problema será para la cada vez más creciente población sin empleo, o subempleados. ¿Qué hace esos días el vendedor callejero que no tiene un ingreso fijo ni afiliación al Seguro Social?...

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POR OTRA PARTE, mientras oficialmente se invita a inversionistas del mundo a que vengan al Ecuador porque dizque “ya estamos en plena recuperación económica”, los banqueros privados se quejan de que nadie, o casi nadie, quiere incursionar en nuevas empresas en vista de la notoria recesión que sufren empresas grandes y pequeñas. Además, el desprecio a los “viejos” por todos lados es por demás notorio. El colmo fue que directivos del Frente de Jubilados del IESS invitaron a líderes de diferentes tendencias políticas para analizar las aún impagables deudas del Fisco, pero nadie se tomó la molestia de concurrir... ¡Qué rabia!