Columnas: ¡Campesinos en la Central de Riesgos!

No acceder a crédito oportuno y barato es uno de los problemas de nuestros campesinos. El Gobierno debería bajar tasas de interés para producir en el agro, como lo hace con la construcción. Hoy, sin embargo, BAN Ecuador presta a casi el 12% de interés, tasa que supera el 30% en casos de mora. ¡Son tasas dignas de chulquero, peor aún en dolarización! Eso debe cambiar si queremos que nuestro montuvio de Daule o Milagro compita con el agricultor de Colombia o Perú.

Ahora bien, miles de agricultores llevan años en la Central de Riesgos, por viejas deudas con el Banco Nacional de Fomento -“del Tormento”, dicen en el campo- y otras instituciones, que se han vuelto imposibles de pagar y se arrastran sin solución alguna. Esas deudas incobrables deben condonarse. Hacerlo no cuesta hoy un centavo porque ese dinero hace mucho tiempo se perdió, no por “sapada” del campesino, sino porque ha sido víctima de las sequías, inundaciones, caída de precios y, sobre todo, por la falta de una política de Estado a favor del sector agropecuario. Simplemente se trata de sincerar la realidad para que nuestro montuvio no dependa del chulquero.

Propuse esta condonación de deudas en la Ley de Fomento Productivo que envió el Gobierno, pero los asambleístas aprobaron solo reestructurarlas. Del ahogado al sombrero: es un avance. Sin embargo, falta algo clave: que mientras se reestructuran las deudas nuestro campesino salga de la Central de Riesgos y podrá acceder al crédito si se bajan las tasas de interés y con una política integral para el agro. De lo contrario, esta reestructuración será un saludo a la bandera, sin ayuda al “fomento productivo”. Todo depende del veto del presidente Lenín Moreno. Ojalá le tienda a la mano a los agricultores que votaron por él y hoy atraviesan una aguda crisis nacional.