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Opinión
Columnas: ¡hay que ayudar al arrocero!
Un montuvio en Guayas, luego de arduo trabajo, busca vender la saca de arroz al precio oficial: $35,50.
Un montuvio en Guayas, luego de arduo trabajo, busca vender la saca de arroz al precio oficial: $35,50. La realidad es otra: solo le quieren pagar $20 o $25. No alcanza ni para recuperar el costo de producción. Esa historia vive hoy nuestro agricultor de Daule, Santa Lucía, Palestina, Samborondón y más cantones de la cuenca del río Guayas y la costa ecuatoriana.
¿Qué hacer? La Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) tiene arroz guardado desde 2014, que debimos exportar y equilibrar precios.
Presidente Moreno: le propongo que ordene a entidades públicas -cuarteles militares, cárceles, escuelas, hospitales, etc. -consumir el arroz ya depositado en la UNA, en vez de comprarlo a intermediarios a precio mayor. El Estado ahorra dinero, cumpliendo la austeridad, y se libera capacidad para que la UNA compre a nuestro campesino, y se puedan equilibrar precios.
Redoblemos la lucha contra el contrabando; que nuestras FF. AA. endurezcan el control fronterizo y evitar que el arroz peruano ingrese, en complicidad con piladoras locales, quebrando al productor. Lo mismo con el azúcar colombiano que perjudica a nuestro cañicultor. La raíz del problema: para competir con Perú y Colombia debemos producir más barato. Con moneda fuerte -el dólar-, hay que compensar con crédito a baja tasa de interés, subsidios al precio de venta, reducción de impuestos y aranceles, entre otras medidas.
Cambiar las autoridades del sector agropecuario es insuficiente. Lo que necesitamos cambiar son las políticas de fondo para levantar a nuestro agricultor.
Por el Ab. Héctor Yépez Martínez