Opinión
Columnas: A calzón quitado
Por nuevo año, un baño de verdad y calzón quitado no va mal, a propósito de la ola moralista y hasta mojigata sobre la corrupción política del país.
Por nuevo año, un baño de verdad y calzón quitado no va mal, a propósito de la ola moralista y hasta mojigata sobre la corrupción política del país, como si no fuéramos culturalmente corruptos, y manejamos en nuestro léxico cotidiano, palabras como: “aforar, aceitar, refilar, dar mordida” etc. Rasgarse las vestiduras y clamar al cielo por algo que nosotros también lo haríamos es risible, y no se trata de cinismos sino de realismos. Por ejemplo, los supuestos 13 millones de dólares que le reclaman a Glas cuando él impulsó obras estratégicas e históricas en 40 mil millones de dólares, eso es “para las colas” si tenemos en nuestras narices dineros reales como los 2.100 millones que 500 empresas privadas han estafado al SRI, o los 33 mil millones que están en “paraísos fiscales” para no pagar impuestos, o los 6 mil millones que la banca estafó al pueblo en el feriado bancario. En todo gobierno ha habido corruptelas, ¿hay algún preso sobre eso?. ¿No es corrupción NO hacer hospitales, escuelas o hidroeléctricas por décadas, para dejarles el negociado de la salud, educación y las barcazas eléctricas a la “argolla”?. ¿Alguien en su sano juicio no se atendería en un hospital público, o dejaría de andar por las supercarreteras porque tienen sobreprecio?. ¿A nuestros nietos, les importará eso? Los 70 mil millones de dólares en infraestructura de la revolución están ahí, y lo que importa al final del día es que, no hay tragedia mayor y más cara que la de los servicios básicos que no existen.