Columnas: Aquí, aún sigue pobre la inversión extranjera

SE HA DICHO y repetido que el Ecuador debe buscar más inversión extranjera, pues eso fomenta el desarrollo nacional, crea más plazas de trabajo, significa el progreso del país y mejores días para todos. En la “década ganada” de Correa y en el colmo de las farsas oficiales se habló del “milagro ecuatoriano”, cuando fue todo lo contrario, pues se tergiversó la suerte casual de gozar de un petróleo que alcanzó a cotizarse a más de 130 dólares el barril. El gobierno disfrutó de enormes ingresos, pero en vez de planificar ordenadamente la inversión oficial con miras futuristas hubo un derroche demagógico de obras mal construidas que sirvieron, más bien, para engrosar los bolsillos de ciertos “sabidos nuevos ricos” que atribuían tanta opulencia a la capacidad de quien llevaba las riendas del país, sin importar que nos alejábamos de nuestro mejor mercado, Estados Unidos, y complicábamos los contactos con la Unión Europea; mientras nuestros vecinos, Colombia y Perú, hacían todo lo contrario a tal punto de que ya lograron que se les elimine la visa Schengen para ingresar al Viejo Continente, en lo cual nosotros estamos aún en “veremos”...

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SEGÚN LOS FRÍOS números, Colombia recibe inversión extranjera promedio de 13 mil millones de dólares al año y Perú unos 7 mil millones, mientras al Ecuador apenas ha llegado un promedio de 600 millones, con excepción del año 2015, en que subió a 1.320 millones gracias a la actividad minera. El régimen actual anuncia una agresiva campaña para atraer más inversionistas de otras naciones, que el país espera tenga éxito.