HOY NO ES un lunes cualquiera sino uno muy especial, sobre todo para el mundo cristiano al cual pertenecemos; pues se trata del natalicio del Niño Jesús en un portal de Belén. Y ese acontecimiento especialísimo alteró, sin duda, el destino del mundo hace más de dos mil años. Pero esta ocasión queremos referirnos, más bien, al notorio cambio de las costumbres con el correr de los años, inclusive entre los creyentes. Quienes estudiamos en planteles religiosos recordamos que, al menos entre nosotros, era una vieja costumbre elaborar un nacimiento en muchos hogares. Unos grandes y con los respectivos aditamentos, según las posibilidades de cada padre de familia. No era muy bien visto que digamos el árbol de Navidad a mediados del siglo anterior, pues algunos extremistas religiosos lo atribuían a los protestantes europeos. Sin embargo, las cosas han cambiado y ahora hay un árbol de Navidad en plena plaza del Vaticano, y todos estamos en paz...

---

EN ESa época, los únicos que recibían regalos eran los menores de la familia, favorecidos por el Niño Dios... Ahora se da aguinaldos hasta a los amigos, una hermosa costumbre que nació entre europeos y norteamericanos y que ha invadido el mundo con el indudable beneplácito de los empresarios de almacenes, grandes y pequeños... El colmo es que ahora en algunas ciudades de Japón, China, etc. ya se está implantando el intercambio del regalos, aunque no son cristianos y poco conocen del Niño Dios y la Navidad...