El espíritu es Dios, quien nos hizo a su imagen y semejanza. Por tanto, al espíritu debemos fortalecer, ¿cómo?, leyendo la palabra de Dios en la Biblia. Es un libro superior que nos permite entender muchas cosas que, con nuestros pocos conocimientos, es difícil vislumbrarlos. Hay que escoger de lo bueno lo mejor. Si algo a usted no le parece bien, simplemente no lo toma, hay capítulos como la sabiduría, salmos, proverbios, el cantar de los cantares que me encanta leerlos.

Estos conocimientos los llevamos a la mente donde elaboramos las ideas a las cuales hay que llenarlas de más conocimientos leyendo a los grandes maestros, para actualizarnos en ciencia actual y la tecnología, el internet, la banda ancha, la nanotecnología, la física cuántica, etc. Y pasamos al cuerpo al que hay que fortalecer con dieta y ejercicio.

El secreto del éxito es robustecer y mantener el equilibrio entre el espíritu, la mente y el cuerpo; con ese otro elemento con el cual tenemos que intercambiar ideas que es la naturaleza inteligente, mucho más inteligente que nosotros porque esta se viene educando durante millones de años donde uno es todo y todo es uno. Nada se mueve si no es en conjunto. Sin aire no podríamos vivir; peor sin agua, sin luna, sin estrellas, etc., etc.

La vida es armonía, equilibrio, amor; cuando se pierde vienen el caos, la anarquía. Busquemos el equilibrio comenzando esta transformación en nuestro propio interior.