En algunas instituciones educativas lamentablemente prevalece la violencia, de manera especial entre los menores de edad, a lo cual les podemos decir que son afectados por el bullying, que es un acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a uno o varios alumnos que son sus propios compañeros.

Corresponde al hogar como primera escuela, a los estudiantes y profesores tener conciencia de que debemos rechazar toda clase de tortura como: tratos crueles, inhumanos y denigrantes. Así lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Inclusive se pone en peligro la vida humana por estas agresiones nefastas.

Desde 1964, para recordar la muerte de Mahatma Gandhi, se celebra el 30 de Enero el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la Unesco en 1993.

En esa fecha se recuerda la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos.

Gandhi demostró que se puede ganar una protesta mediante una posición alejada de la violencia. Dime cómo es tu familia y te diré quién eres; dime con quién andas y te diré quién eres; dime quiénes son tus amigos y te diré quién eres.

No a la violencia, impedir que la agresión a los demás inicie desde la etapa infantil y se prolonga cuando es un niño y toma proporciones exageradas cuando es adolescente por no estar bien orientado.

Es necesario que los alumnos conozcan la historia de Indira Gandhi, que todo se puede conseguir en este mundo mediante el diálogo. Rechacemos las expresiones violentas en todas sus formas demostrando que somos ciudadanos civilizados para que así nuestros hijos sigan la buena costumbre por el ejemplo viviente que les damos.