Columnas: Los prepotentes siempre tienen ansias de más poder

El deseo de tener poder y más poder, no es de ahora. Impera desde los inicios mismos de la humanidad. Recordemos lo que la historia recoge. En Asia, Atila y sus guerreros hunos asolaron Europa y Asia, lo cual motivó que los chinos construyeran su Gran Muralla para detener las incursiones mongólicas.

En siglos posteriores llegó el dominio tiránico de los romanos con sus prepotentes “Césares” que conquistaron casi toda Europa, el norte de África y una parte del Asia Menor.

Imposible olvidar a Adolfo Hitler que fue el “amo y señor” de Alemania, dominando a un pueblo culto; y uniéndose a Mussolini en Italia y al emperador Hirohito en Japón, protagonizaron la Segunda Guerra Mundial, que virtualmente terminó cuando los norteamericanos lanzaron bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki.

Recordemos los años posteriores a la 2a. Guerra Mundial, cuando el dictador ruso Stalin se adueñó de casi medio mundo queriendo implantar el comunismo que después desató una tremenda corrupción económica y el dominio en pocas manos hasta que se produjo la estrepitosa caída del Muro de Berlín...

Estudiosos señalan que la ambición lleva al ser humano a cometer errores. Sentirse poderosos y hacer ostentación de ello es el peor error del ser humano, pues tarde o temprano habrá quienes reaccionen y se produzca la hecatombe.

Nunca faltan los Somozas, los Fideles, los Chávez, los Maduros, con sus ínfulas.