Columnas: palos de ciego

Abdalá Bucaram, “el loco que ama”, regresó a Guayaquil tras 2 décadas de obligada ausencia en la tierra de los “Panama Papers”. No hubo la concurrencia esperada, aunque para asegurar el éxito de la recepción, llegó él mismo, un día antes de lo anunciado.

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Abdalá no habló con el tono agresivo e insultador de otros tiempos, y que muchos esperaban. Más bien estuvo conciliador y dijo que le extendía la mano al nuevo presidente Lenín Moreno. Veremos qué pasa en los próximos días...

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Se publicó que al expresidente Correa protegen ahora unos 20 agentes especiales, pagados por el contribuyente por supuesto. ¿Cuántos de ellos se irán a Bélgica a su debido tiempo? ¿Cuánto nos costará eso?... ¡Qué diferencia cuando los entonces presidentes Galo Plaza, Clemente Yerovi, etc., caminaban libremente por las noches, sin guardaespaldas!...

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En su reciente comparecencia ante una comisión legislativa, el nuevo fiscal Baca Mancheno “les aplicó el tontómetro” y nada nuevo dijo sobre el escándalo de Odebrecht, defraudando al país, parecido a su antecesor Galo Chiriboga, quien quiere “pasar de agache” en torno a tan bullado caso del cual conoce mucho... Legisladores de oposición anunciaron que lo llamarán a que rinda cuentas. ¿Para cuándo?...

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Aunque Lenín envió a la Asamblea el veto parcial a la Ley de Seguridad Pública (a la que se acogieron), la “aplanadora”, disminuida pero aún dominante, hizo realidad la propuesta de Correa de crear una guardia civil armada (¿Nuevos “tonton macoutes” a lo haitiano de Duvalier?) con el pretexto de proteger a los exmandatarios y exaltos funcionarios en su dulce retiro.