Columnas: Un panorama poco agradable

Conforme pasan los días, como que la situación económica del país se complica. No es pesimismo, sino realidad. El común denominador de hoy es el desempleo, porque las ventas están en caída libre. La gente compra menos en defensa del bolsillo, y esto origina despidos.

Este panorama se refleja en el aumento de vendedores callejeros de jugos de frutas, agua embotellada, funditas con chifles u otras cosas. 2 o 3 familias se unen para aportar con sus ideas y “capital”, con el optimismo de que al final del día “algo” les permitirá poner en las ollas vacías.

En muchas barriadas, en las ventanas de los pisos bajos hay letreros que promocionan hamburguesas, sánduches hechos al instante, incluso maduros y verdes asados “al momento”, acompañados de queso y una botella de agua, que reemplazarán al almuerzo.

“Antes vendía mercadería que me la fiaba el dueño del almacén de la esquina”, me informa una señora. Pero ya no, porque si no se vende nada, ¿para qué me voy a meter en líos?...

Mire a ese grupo de hombres en la esquina, sentados. Son mecánicos, electricistas, carpinteros, pintores, esperando que “algo caiga”. A veces tienen suerte. Pero no todos. Muchas mujeres se ofrecen para asear casas, lavar ropa, atender enfermos, y así transcurre el día. Todos esperamos que pronto termine este panorama negativo con el cambio de gobierno.