Columnas: Venezuela

Venezuela es un país de aproximadamente 31.828.000 habitantes, de los cuales ha emigrado últimamente más o menos el 7%, por la crisis económica (más del 2.500.000 % de inflación), la criminalidad, falta de servicios básicos, alimentos, atención a la salud, medicinas y vivienda digna; el irrespeto a los derechos humanos y la persecución a periodistas y disidentes políticos. La corrupción -se habla de narcodemocracia- y la división de sus pobladores, -militares incluidos-, entre maduristas y quienes apoyan al presidente interino, Juan Guaidó, han agravado la situación.

De la economía boyante de otrora, no queda nada. La caída del precio del crudo, la falta de liquidez y los bloqueos impuestos por los Estados Unidos ante la negativa de Maduro y sus adláteres de dejar el poder han puesto al país en un callejón sin salida.

El mundo tiene los ojos puestos en Venezuela por su privilegiada ubicación geográfica y sus valiosos recursos, así como por las cuantiosas obligaciones contraídas. A otros preocupa la suerte de sus pobladores. Lo más delicado es la amenaza de convertirla en una nueva Siria.

¿Será posible un diálogo, sin condiciones, como lo ha convocado Maduro? ¿O es solo una forma de ganar tiempo para fortalecerse luego del golpe fallido de Guaidó? Lo ideal sería hacerse a un lado y dar paso a unas elecciones democráticas. Así debiera ser, si Maduro realmente ama a su pueblo.