Delirio de figuración de ciertos “candidatos”

Es muy importante para el país que se dicte, para lo futuro, alguna medida que evite la presencia de tantos seudocandidatos a tal o cual cargo público, aprovechando que el Estado (o sea, el sufrido contribuyente) ahora costea toda campaña electoral (más de 140 millones de dólares esta vez), y no que el aspirante a una función pública gaste de su bolsillo o del de sus partidarios la propaganda que se requiere para afrontar una campaña electoral, como era antes. Ahora, como el Estado es el que paga, muchos “Juanes Piguaves” se lanzan como candidatos, con toda desfachatez, pero no para servir al país, a su provincia o a su ciudad, sino por el inocultable delirio de figuración que afecta a ciertos compatriotas que saben que no tienen ningún chance, pero quieren ver publicadas sus fotos y que la gente comente sus nombres, aunque al rato de la hora los supuestos partidarios no le dan ni siquiera un 0.20% de los votos necesarios para tal o cual función.

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Recordemos que, esta vez, se presentaron más de 81 mil candidatos y algunos son, como se dice en son de burla, “muy conocidos en sus casas a la hora de comer...”.

Entonces, hay que calcular los millonarios gastos que tenemos que afrontar los contribuyentes por la impresión de kilométricas listas con tantos nombres que, a la hora de la votación, más bien confunden al elector y constituyen un creciente dolor de cabeza para quienes integran los tribunales electorales. Y nos preguntamos ¿Por qué?... ¿Hasta cuándo?...