El León Becerra, un hospital que agoniza

Después de cien años haciendo historia, el hospital León Becerra está ahora sin recursos porque el gobierno anterior no entregó sus aportaciones en los últimos años y adeuda más de 7 millones de dólares.

Sin embargo pagó 13 millones de dólares para sabatinas, es decir para una insultadera contratada en el exterior.

El hospital León Becerra no puede cerrar sus puertas y es deber del actual régimen pagar lo adeudado para que pueda seguir sirviendo a muchísimos dolientes de Guayaquil y de otros lugares del país.

Mientras se han construido grandes casas de salud en sectores populares de Guayaquil y de Quito por parte del IESS, un hospital de la trayectoria histórica del León Becerra padece una circunstancia tan grave, que es posible que cierre definitivamente.

Miles de dolientes, en su mayoría niños, se curaron gracias a la atención que les brindó el hospital. En nombre de esos miles y de los nuevos pacientes es urgente que el gobierno actual, como ha asumido deudas impagas del régimen anterior, cumpla con la obligación de pagar las deudas al León Becerra.

No cabe que una tradicional casa de salud cierre sus puertas porque un régimen que no priorizó la salud del pueblo olvidó sus esenciales deberes.