Opinión
El reparto del “diezmo”, problema vergonzante

Uno de los grandes escándalos de los últimos tiempos ha sido la denuncia en la Asamblea Nacional del proceder que han empleado ciertos legisladores para aumentar sus ingresos mensuales con el cobro de los llamados “diezmos” que son, nada más ni nada menos, que una suerte de “impuesto al trabajo” que les han asignado a sus asesores o empleados, aludiendo el derecho que tienen a tales pagos por haberles conseguido empleos en la legislatura.
Ya se han hecho las correspondientes denuncias dentro de la propia Asamblea, aunque sin revelar aún todos los nombres de los legisladores implicados e, incluso, se presentaron reclamos de quienes han debido hacer esas entregas de dinero que sirvieron, también, para ir a la caja de los partidos a los que representan los implicados.
De acuerdo con los informes llegados desde ese mismo Poder del Estado, la ciudadanía deberá esperar todavía algunos meses para conocer el resultado final de las investigaciones y podrá, entonces, enterarse, en su totalidad, de los nombres de los implicados en estos cobros que, al parecer, han sido el producto de una vieja costumbre que no solo se practica en la Asamblea, sino también en otras entidades públicas.