Dos situaciones anormales en el Ecuador, tanto en la Costa como en la Sierra, atentan contra la naturaleza, de por sí frecuentemente depredada por la irresponsabilidad de personas o empresas que atentan contra la limpieza y seguridad del medio ambiente, dentro de una problemática que es también de preocupación mundial.

En extensas zonas andinas, miles de hectáreas cultivadas han sido destruidas por incendios que en algunos sectores aún siguen siendo combatidos por los bomberos, y para cuya recuperación, se estima que se necesitará de varios años. Se acusa de ser autores del gran flagelo a inexpertos cazadores que, al parecer, ya han sido identificados.

Pocos días, en Guayaquil después, un largo tramo del estero Salado, en las cercanías de la estación de Tres Bocas, ha sido afectado por un derrame de combustible, con notable afectación en el agua y en el mangle del sector, para cuyo control ha venido trabajando intensamente la Celec, empresa responsable, esperándose que la afectación no cause graves problema para en próximo y mediato futuro. Se ha creado una barrera de contención y absorción para que no se perjudiquen otras áreas.