Editorial : Jesucristo resucitó

Han transcurrido los tres días de que hablaban las Escrituras y Jesús está sepultado, mientras la santas mujeres vigilan su tumba. De pronto quedan paralizadas por el susto. La imagen de Jesús, vivo y sonriente, se presenta ante ellas.

Se cumple la profecía y el Señor ha vencido a la muerte. Irá después a buscar a sus apóstoles, ocultos por el temor a la persecución. Llegó Jesús y sus apóstoles quedaron petrificados por la increíble sorpresa, menos Tomás, quien guardaba la sangre fría y no creía en la resurrección del Maestro. Pero Jesús le dio la prueba absoluta pidiéndole que metiera sus dedos en la herida del costado que hizo la lanza de Longinos y diciendo que eran bienaventurados quienes creyeron sin dudar.

Vendrá después la persecución de los romanos. Nerón acusará a los cristianos de ser los autores del incendio de Roma, muchos mártires morirán en las arenas del circo romano. Las persecuciones no han cesado, pero rige la profecía de que las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia. El cristianismo sigue vivo y fuerte presagiando que su vigencia durará hasta el final de los tiempos con el juicio universal.