Varias circunstancias imprevistas, sobre todo la postulación a la presidencia de la República de Álvaro Noboa que ha provocado una grave pugna y de difícil solución entre el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Contencioso Electoral que esperan una solución de la Corte Constitucional, que podría ser tardía, ponen en duda la posibilidad de que las elecciones del próximo año se lleven al cabo el domingo 7 de febrero tal como se había determinado. Es decir que la ciudadanía que consta en el padrón electoral acudiría a las urnas a depositar sus votos el 21 de febrero o el 7 de marzo, lo que había sido propuesto como posibilidad por los organismos electorales que participan en la presente lid comicial.

La campaña electoral, donde los candidatos al Ejecutivo y al Legislativo harán sus propuestas políticas y de acción desde Carondelet o desde la Asamblea Nacional, se iniciará sin cambio alguno el primer día de enero por lo que el aplazamiento de los comicios podía aumentar algo más de la campaña. A su vez la mayoría de los dirigentes partidistas no están de acuerdo en que se aplacen los comicios y coinciden en que los Consejos Consultivos organizados por el CNE son poco efectivos para concretar objetivos comunes como sería, en este caso específico, el aplazamiento de las elecciones.

La suerte, al parecer, está echada porque aún no se puede enviar al Instituto Geográfico Militar las listas de candidatos para su impresión. Se afirma desde varios sectores que cualquiera que sea la causa de un aplazamiento de los comicios es inconstitucional desde todos los puntos de vista.