Definitivamente nada ha cambiado en los ecuatorianos: seguimos siendo un país de noveleros, chismosos de la vida ajena, más interesados en la farandulilla del ‘dime que te diré’ que en los verdaderos problemas que agobian al país. Incapaces, gran parte de las veces, de analizar lo realmente importante, dándole paso a lo intrascendente, a lo trivial.

El más claro ejemplo de ello se vivió el pasado jueves 28 de marzo, cuando ‘aflojó la lengua’ Mayra Salazar, excomunicadora de la Corte de Justicia del Guayas, procesada por el caso Metástasis, que investiga una supuesta red de corrupción que entrelaza a políticos, narcos, funcionarios judiciales y hasta personajes de la farándula. Su declaración anticipada, como testigo protegido, sacudió al país con una serie de revelaciones de cómo se manejaba la corruptela que a través del sistema judicial favorecía a criminales, narcos, políticos y más. Una podredumbre.

Pero lo que más se comentó en redes sociales, en la calle, en las casas, entre vecinas y en grupos de WhatsApp, fue el nombre de la actriz y personaje de la farándula Carolina Jaume, lanzado por Salazar cuando fue interpelada por una agenda que recibió con nombres de supuestos operadores de Xavier Jordán, también procesados por corrupción. Hasta los judiciales que vía telemática intervenían en la audiencia se sorprendieron. ¡País de noveleros!