Desde la redacción: #LadyTantra y el circo romano

En las redes sociales se pueden ver las escenas más grotescas, adobadas con comentarios tan sádicos que asustan a quien los lee. Es una especie de circo romano moderno, en el que se disfruta de las desgracias ajenas y además se dan clases de moral.

Pero no he visto nada tan desagradable e hiriente como el vídeo de un sujeto descontrolado lapidando con su celular a una mujer afuera de un motel en Quito. El tipo usa su dispositivo móvil para evidenciar la infidelidad de su esposa, conocida ahora como #LadyTantra, quien al parecer abandona el sitio con quien sería su jefe. Hasta ahí, esta podría ser una escena familiar para quienes han pasado por esta situación, pero ventilarlo en las redes es infame. Si el que subió la grabación fue el mismo ofendido, pues tuvo la reacción más cruel que haya podido existir. Y no me refiero a la traición, un problema muy común en estos tiempos que debió ser tratado en la intimidad, sino al hecho de que un tema tan delicado como este, se manoseó en la esfera pública sin medir las consecuencias. Es evidente que en estos tiempos la privacidad no existe cuando se usa un teléfono como arma letal para acabar con la reputación de una persona. Esta es una conducta burda y consciente de quien cree tener el poder y el derecho de vengarse de alguien escudándose en el anonimato. Ustedes dirán “para qué se exponen” y es verdad, pero es terrible tener que vivir en una constante paranoia, desconfiando de todos para no correr el riesgo de que lo pillen en algo y lo conviertan en tendencia en Twitter. Tras #LadyTantra, ya vendrá otro escándalo en el que otro será linchado. Ojalá no le toque a usted.