Editorial: ¡Entusiastas, pero inseguros a clases!
Unos dos millones quinientos mil estudiantes inician hoy, con ingresos pautados a escala durante toda esta semana, un nuevo período escolar en el régimen Costa.
Los niños y los jóvenes lo hacen con entusiasmo, movidos por las ganas de reencontrarse con sus amigos y el deseo de seguir avanzando en sus metas; los padres, con el sufrimiento del bolsillo roto por los gastos en que se incurren en uniformes y útiles. Pero una cosa sí es igual para ambos, padres e hijos: el miedo, el terror de la delincuencia que azota a todo el país y que no encuentra reparo alguno en atacar a cualquiera y en donde sea, sin importarle gente inocente.
De allí que el primer pedido de los padres de familia sea el que, aprovechando el estado de emergencia, tanto policías como militares resguarden los planteles educativos y sus accesos de posibles extorsionadores, expendedores de droga o ‘cazadores’ de muchachos para sumarlos a sus agrupaciones delictivas.
Desde el año pasado se ha denunciado ya, en varios establecimientos escolares, que los maestros también son víctimas de las ‘vacunas’. Ellos también deben sufrir ese día a día de incertidumbre, en especial en las escuelas y colegios ubicados en zonas más apartadas. Así no se progresa. Así, viviendo bajo la amenaza delictiva, la educación perderá de año.