Conmoción nacional, entre preocupaciones, suspenso y sorpresas, causaron, en las últimas 48 horas, dos asuntos de gran envergadura que coincidieron dentro del mismo drama político: la prisión del vicepresidente de la República, Jorge Glas Espinel, y el anuncio de las 7 preguntas que el jefe de Estado envió a la Corte Constitucional para su aprobación, luego de haberse receptado en Carondelet centenares de propuestas.

El ‘affaire’ causado por tan graves denuncias de corrupción, sobre todo por decenas de millones de dólares pagados por la empresa brasileña Odebrecht, pusieron al segundo mandatario en la lista de sospechosos de haber participado culposamente en dichas transacciones clandestinas que ya en otros países habían comprometido a exmandatarios, quienes han sido llamados a responder ante la Justicia.

Estos hechos indudablemente ponen al país ante los ojos del mundo en una muy molestosa situación.

Por otro lado, las preguntas escogidas por el presidente Lenín Moreno, para ser incluidas en el texto de la consulta, han dejado a ciertos sectores inconformes por cuanto, por ejemplo, no se incluyó la derogatoria de la Ley de Comunicación que la clase periodística ha calificado como de ‘Ley Mordaza’.