Editorial: Combate a la corrupción

Casi desde el inicio del actual Gobierno, funcionarios, actores políticos y dirigentes de partidos han ocupado parte de su tiempo en el llamado combate a la corrupción.

La Asamblea Nacional ha sancionado al ex contralor general de la nación, Carlos Pólit, acusado de haber recibido diez millones de dólares de soborno, para eliminar una glosa de setenta millones a la tan cuestionada empresa constructora brasileña Odebrecht por los perjuicios causados en la construcción de la central eléctrica de San Francisco.

Luego, en un importante programa de televisión, Enrique Ayala llamó al anterior régimen como Gobierno corrupto y hasta calificó al expresidente de encubridor.

Hicieron una intensa defensa del anterior régimen, Virgilio Hernández, exasambleísta y actual consejero de Moreno, y Miguel Carvajal, su ministro de Defensa; en tanto Alberto Acosta, primer presidente de la Asamblea Nacional, dijo que el expresidente Correa nunca fue un revolucionario y lo acusó de haber institucionalizado la corrupción en el país.

Pero los mayores dardos en este sentido se han dirigido al vicepresidente Glas, cuyo tío recibió de Odebrecht, por lo menos, trece millones de dólares, según ha manifestado el fiscal general.