La inculpación y fuga de Pareja Yannuzzelli ha destapado lo que muchos consideran como un mar de corrupción en la petrolera estatal.

La primera inculpación contra Pareja es la recepción de un millón de dólares, como parte de una coima que no se sabe todavía a cuánto alcanzará y cuántos más se hallarán en situación semejante, pues se cree que Petroecuador y la reconstrucción y ampliación de la refinería de Esmeraldas habrían sido la fuente casi insaciable de los grandes atracos en esa entidad.

Debería ser interés primordial del régimen esclarecer esos asuntos, designando una comisión, sobre el cual no quepa sospecha alguna, para que investigue a fondo lo que ha ocurrido y si sus miembros descubriesen más corrupción que la hasta ahora descubierta, es decir la de Bravo y Pareja, deberían contar con la mayor y más limpia colaboración, lejos de ser perseguidos por sus descubrimientos. Suponemos que eso espera el país y de manera urgente y es también de interés del Gobierno demostrar que no es responsable, ni mucho menos, de los actos cometidos por funcionarios que traicionaron su confianza.