Editorial: No más parches para Esmeraldas
Es momento de que la deuda histórica que el Estado tiene con la provincia de Esmeraldas sea saldada ya. Esta tierra, cuna de grandes deportistas, escritores, poetas y diversos artistas, llena de encantos naturales y de abundante gastronomía, debe ser rescatada del oscuro momento de terror y violencia que soporta.
Por años, tenebrosos intereses abrieron las puertas de la frontera norte a grupos criminales que se aprovecharon del abandono social e institucional de los gobiernos de turno y reclutaron a niños y jóvenes para sus filas.
Esa descomposición, que es uno de muchos pilares fundamentales en la génesis de la criminalidad, se ha visto reflejada con fuerza y de forma sanguinaria en el último mes con la aparición de diez cabezas humanas en diferentes localidades, pese a todo el despliegue policial y de fuerzas armadas, como parte de la receta fallida del actual gobierno para frenar la violencia.
Todo este escenario ahuyenta a los turistas nacionales y extranjeros. A fuerza de terror, Esmeraldas es discriminada y es injusto que atraviese por esta situación, con todo lo que esta provincia le entrega al país.
Es momento de aplicar un plan serio de atención, de desarrollo económico y social, de verdaderas oportunidades para los esmeraldeños. No más parches engañabobos.