Editorial: Las redes sociales, arma de doble filo
La exposición de pensamientos, emociones y puntos de vista sobre personas o temas, compartidos a través de las redes sociales, se han convertido en un arma de doble filo, más que nada para quienes llegan a desempañar funciones en las entidades estatales o que están en la palestra.
Fueron las publicaciones de años pasados, a través de su cuenta de Twitter, las que dejaron en evidencia a la hasta hace pocos días viceministra de Educación, Alexandra Cárdenas, que no soportó el escarnio público y abandonó sus funciones.
La ahora llamada “señora de la puerta”, por un tuit suyo que fue tendencia en el 2017, había asegurado, antes de llegar al ministerio, que “la educación pública es mala comparada con la privada”, y que “las escuelas del milenio son una farsa”.
Lo ocurrido muestra, una vez más, el doble filo de las redes sociales, utilizadas como una herramienta de comunicación, tanto política como empresarial, por su facilidad e instantaneidad, pero también como un poderoso instrumento que puede destruir al adversario.
Las personas naturales y jurídicas deben tener siempre presente que cualquier desliz puede ser utilizado en su contra. A los usuarios les corresponde el deber de tener conciencia sobre el buen uso de las redes sociales.