Editorial: La salud no se toma a la ligera

La variante K de la influenza A H3N2, una enfermedad respiratoria que ya circula en el país, debe ser asumida con la seriedad que corresponde. No se trata de generar pánico, pero sí de actuar con responsabilidad para evitar un escenario sanitario complejo, especialmente para los grupos más vulnerables: adultos mayores, niños menores de cinco años, personas inmunodeprimidas y embarazadas.

Aunque esta variante de la influenza no es igual al covid-19, sus síntomas y forma de contagio obligan a retomar medidas básicas de prevención que ya demostraron ser eficaces durante la pandemia. El lavado frecuente de manos, el uso de mascarilla en caso de síntomas respiratorios, el distanciamiento y la permanencia en casa cuando se está enfermo no son imposiciones exageradas, sino acciones mínimas de cuidado colectivo. Por algo la Organización Panamericana de la Salud ha insistido en reforzar los programas de vacunación ante el aumento de casos en distintas regiones del mundo.

Tomar esta enfermedad a la ligera sería un error. Cumplir con el esquema de vacunación contra la influenza es clave para reducir complicaciones graves y evitar que los hospitales vuelvan a llenarse de pacientes; menos ahora con la actual crisis que atraviesa el sector de la salud. La prevención no depende solo de las autoridades sanitarias, sino de cada ciudadano. Cuidarse es también cuidar al otro.