Los propietarios de los vehículos que cumplen diariamente el transporte citadino (buses, colectivos, articulados) de las dos principales ciudades del país: la capital de la República, Quito, y el Puerto Principal, Guayaquil, están solicitando a las autoridades que establezca una nueva tarifa, tal vez con un aumento de 5 centavos por usuario, en vista de la agresiva situación de la crisis económica por la que atravesamos, por efecto de la cuarentena a la que nos ha conducido la pandemia, situación que también afecta notablemente a esta actividad de movilización.
Y es que luego de la regularización parcial del tránsito, tanto cantonal como provincial, tras un lapso de interrupción de este servicio fundamental, se ha reducido notablemente el ingreso de ganancia en las unidades de locomoción, generando más bien pérdidas, ya que por el tan reducido número de pasajeros los ingresos no alcanzan para cubrir los gastos de combustible, sueldo de choferes, compra de repuestos, etc., lo que arroja un saldo negativo que se quiere superar.
Esta petición de aumento ya había sido hecha antes de la crisis provocada por la pandemia, debido al incremento de los costos operativos, que ahora los empresarios exponen entre las razones que los asisten para hacer este pedido.