Editorial: Aplazado estado de excepción en cárceles

En vista de que la anormalidad y violencia no ha cesado en las cárceles del país, sobre todo en la Penitenciaría del Litoral, en donde se contabiliza ya a 11 víctimas mortales de reos asesinados por compañeros de celda con terrible saña y la visita de los penados y de los propios guías, el jefe de Estado ha decidido prolongar el estado de excepción, que había concluido la semana pasada, de dos a tres meses. Esto implica que miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional continúen ejerciendo un severo control.

El hecho de que con la presencia de los uniformados no se haya obtenido resultados satisfactorios que eliminen la permanente rivalidad y enfrentamiento entre bandas delincuenciales, y que se evite la introducción de armas y teléfonos celulares que son usados por los reclusos se debe, indudablemente, al hacinamiento que persiste y aumenta, con un número de presos que duplica la capacidad de la infraestructura carcelaria. Además de que, al parecer, no se puede acabar con la complicidad, en la introducción de material no permitido. Eso deberían cuidar los guardianes, para que el control que se realiza durante el ingreso de visitantes sea realmente severo.