Editorial: Corrupción y arsenal en la propia cárcel

La situación de las penitenciarías es grave para gobiernos y autoridades. Pues los recluidos en ellas realizan diversos hechos irregulares. Desde estas se han dado acciones coordinadas y dirigidas por bandas de delincuentes, secuestradores, narcotraficantes, etc., que están recluidos.

Llama la atención que pandillas y mafias que al interior de ellas actúan no solo dirigen acciones que se realizan en las diferentes ciudades del país. Han ido más allá, montando un sistema de cobros de tributos para no darles golpizas o someterlos a vejámenes a otros reclusos. Incluso se han llegado a realizar asesinatos en cárceles de alta seguridad.

Uno de sus directivos nacionales denunció esta situación. Vídeos demostraron cómo con la complicidad de policías y guías penitenciarios introducían mujeres, televisores, licores, armas, etc. Pero lo que llama más la atención es que en pasados días se detectó una caleta con armas: fusiles, ametralladoras, revólveres, pistolas, cargadores, municiones y celulares en el interior de una misma celda.

Las autoridades tienen que dar respuestas contundentes a esto, pues indigna que los niveles de corrupción lleguen hasta esas esferas. La ciudadanía pide que estos delitos se combatan y extirpen.