Editorial: Faltan paradas de buses urbanos

La agencia municipal que tiene a su cargo la organización y el control del tránsito en Guayaquil decidió elevar en cinco centavos el pasaje en los buses de servicio urbano, luego de que exigiera que esas unidades las mejoren para brindar al usuario una mayor comodidad.

Pero si bien ha sido, al parecer, muy severa en calificar las mejoras, no se sabe aún qué haya decidido la organización del transporte colectivo, colocando paradas obligatorias de los buses y sancionando la anarquía de sus paradas y desplazamientos cuya mejora debería consistir, en un primer lugar, en la obligatoriedad del uso de esas paradas, estableciendo sanciones para los conductores que no las respeten.

Una de las causas por las que el tránsito se va haciendo muy pesado es que los buses se detienen para recibir y dejar pasajeros en cualquier lugar “al vuelo”, como se dice, bloqueando el paso y obstruyendo la fluidez del tráfico.

En cualquier parte donde el tránsito está adecuadamente organizado, las paradas obligatorias de los buses urbanos son severamente establecidas, pero Guayaquil parece una insólita excepción, lo que no debiera continuar.