Ciertos políticos buscan la definición electoral que consagró a Lenín Moreno como presidente de la República. Unos acusan al Partido Social Cristiano de no haber entregado plenamente sus votos a Lasso. Otros suponen un pacto con altos dirigentes de Alianza PAIS. Pero ninguna de esas especulaciones puede ser la verdadera, porque se han dado en muchas elecciones del Ecuador verdaderos misterios que salieron del fondo de las urnas y es probable que la victoria de Moreno sea uno de aquellos misterios.

Un dirigente político del correísmo dijo que si los socialcristianos votaban todos por Lasso, este ganaba la presidencia. Eso casi como decir si mi abuela no se hubiera muerto, viva estuviera...

Muchos ecuatorianos no creyeron ni en el uno ni en el otro candidato finalista y decidieron votar anulando el voto. Si esos miles de votos nulos hubieran ido en favor de Lasso, este ganaba la presidencia, porque quienes anularon el voto no creían ni en el uno ni en el otro y no quisieron ser una especie de cómplices de lo que presumían iba a ocurrir en el futuro del Ecuador.

Ahora, el gobierno de Lenín Moreno marcha poniendo el diálogo como uno de sus cometidos en el quehacer político y administrativo.