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Opinión
Editorial: Las viejas trampas de nuestra política
La sesión en la cual debía cesarse a Serrano y enjuiciarse políticamente a Baca nos recordó viejos vicios con trampas y actitudes que desprestigiaron al Congreso Nacional.
La sesión en la cual debía cesarse a Serrano y enjuiciarse políticamente a Baca nos recordó viejos vicios con trampas y actitudes que desprestigiaron al Congreso Nacional, como ocurre ahora con la Asamblea que trajo consigo el correísmo.
Serrano y Baca, ambos correístas de larga data, el uno presidente de la Asamblea y el otro fiscal general, se hallan involucrados en un asunto que demuestra hasta qué punto el correísmo es culpable de tantos malos manejos.
Las trampas y la mañosa suspensión de la sesión reciente impiden hasta ahora destituir a Serrano y que se enjuicie políticamente al fiscal de un pasado correísta, como también a Serrano, ministro por varios años del gobierno partidocrático de Correa.
Mediante moción de un legislador social cristiano, aprobada por unanimidad en el Pleno de la Asamblea, se resolvió la comparecencia de Serrano y de Baca para que informen la realidad y los antecedentes del audio hecho público por el fiscal, a quien Serrano llama miserable varias veces en su conversación con un prófugo de la justicia. Serrano le dice compadre lindo, pana, etc.
La comparecencia de los dos funcionarios no puede postergarse por más tiempo so pena de que la Asamblea se deslegitime a sí misma.