La proliferación de serios problemas como accidentes de tránsito y, muy especialmente, hechos de sangre, se debe en buena parte al creciente consumo de drogas de diferentes tipos, pues contribuyen al estallido de sentimientos encontrados, especialmente entre personas de discutida calidad moral.

Y todo tiene mucho que ver con la expedición de la Ley de Consumo de Drogas que contribuyó a que aumenten los delitos, sobre todo entre nuestra juventud.

Muchos ecuatorianos nos preguntamos ¿por qué el gobierno actual, que dice estar ahora totalmente alejado del correísmo, no deroga una ley tan repudiada?

Y es que permitir que un menor de edad pueda llevar algún tipo de droga, por pequeña que sea la dosis, fue una de las peores leyes dictadas en los 10 años del correato. Quienes pasamos de 50 o 60 años de edad recordamos que, en nuestra juventud, los drogadictos eran muy mal vistos y la gente los repudiaba, lo cual no ocurre en estos días, lamentablemente.

La droga contribuye a tantos crímenes, como sucede en barriadas del sur de Guayaquil. En lo que va de este año, solo en la isla Trinitaria se han registrado 18 asesinatos. Pero en el Guasmo pasan de 36. Son cifras muy preocupantes.