La ciudadela Urdesa fue concebida como zona exclusivamente residencial, pero se ha convertido en una especie de ciudad satélite donde la actividad económica se cumple día a día.

Ahora hay en Urdesa desde bancos y clínicas, hasta centros comerciales. Esta gran actividad positiva sufre la presencia de maleantes que asaltan, roban y matan. Recién una banda de delincuentes penetró a un salón para asaltar a sus clientes y cuando salió su propietario a ver qué pasaba, un bandido lo mató con su revólver.

Pese a las cámaras de seguridad que captan los movimientos en domicilios y en locales comerciales, pocas veces se identifica plenamente a los malhechores, quienes saben que hay esas cámaras y ocultan sus rostros. Es indispensable que junto a las cámaras y a otras medidas de seguridad se incremente la presencia policial, día y noche.

Urdesa es una importante zona de Guayaquil y debe cuidarse la seguridad de sus habitantes con todo el esmero posible, porque sin ese esmero este sector puede ser pasto de la delincuencia, y sería gravísimo que no mantenga incólume su seguridad.

Es indispensable proteger de manera eficaz la vida y los bienes de quienes habitan, invierten y trabajan en tan importante zona guayaquileña.