Opinión
Editorial: Tránsito y taxímetros
La agencia Municipal de Tránsito de Guayaquil ha decidido controlar la operación de los taxímetros que deben portar todos los vehículos dedicados legalmente al transporte de personas. Ya antes, en varias ocasiones los organismos respectivos habían dispuesto el uso obligatorio de esos aparatos que determinan el valor de los servicios, pero aquí casi nunca funcionaron.
Sin embargo, el problema del tránsito en Guayaquil es estructural. Miles de autobuses carecen hasta de una sola parada obligatoria y se detienen para dejar y recoger pasajeros donde le place al chofer, causando problemas en la circulación. Los taxis de color amarillo autorizados en su trabajo deberán no solamente instalar sino hacer operar el taxímetro, para evitar el primitivo regateo de la ‘carrera’. Pero hay un grave problema y son los miles de taxis llamados ‘piratas’ que siguen haciendo lo que prohíbe la autoridad del tránsito.
Es urgente una actividad para regularizar el trabajo de esos taxis informales, porque toda medida que disponga la autoridad solo será ejercida por los conductores autorizados legalmente, pero quienes violan las normas todos los días siguen haciéndolo sin problemas.