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Opinión
Editorial: Un sueño frustrado
La selección Sub-20 de fútbol parecía que llegaría por primera vez a un mundial de la categoría. Comenzó bien, empatando con Brasil y pasando el hexagonal para la clasificación mundialista.
La selección Sub-20 de fútbol parecía que llegaría por primera vez a un mundial de la categoría. Comenzó bien, empatando con Brasil y pasando el hexagonal para la clasificación mundialista.
Todo parecía que se llevaría a cabo con esa intención y con grandes posibilidades para lograrlo; y de pronto los traspiés frente a una selección nueva, la Ley de Venezuela, dio al traste ese sueño y no habrá ya más posibilidades que un retorno a casa con desesperanza, pensando en lo que siempre se dice cuando se fracasa en eventos deportivos; es decir, la próxima vez será, pero esa próxima vez no llega.
Los dirigentes y entrenador deben encontrar la causa para esta derrota tan inesperada y, encontrándola, adoptar las medidas necesarias para que esos jóvenes sí sean capaces de mantenerse en los lugares estelares.
El resultado decepcionante debe servir para corregir errores y para hacer que nuestros juveniles guarden el ánimo, el corazón y la técnica necesarias para llegar a las clasificaciones que les coloquen en los lugares privilegiados.
Otra vez será, pero en serio y no solo como simple justificación de una derrota que no se debe olvidar.