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Opinión
El correísmo: división múltiple y profunda
Desde la campaña electoral el oficialismo correísta estuvo profundamente dividido. Unos estuvieron por la candidatura presidencial de Glas y otros, la enorme mayoría, por Lenín Moreno. Y se impuso Lenín, aunque no era del agrado de la alta cúpula.
Desde el comienzo de su gestión han tenido dificultades para entenderse y no solo eso, sino que han llegado a chocar abiertamente sobre cuestiones fundamentales tanto en la concepción del Estado como en la ejecución de obras. Ahora hay ataques frontales en contra de Lenín, y este responde demostrando la realidad y cuán grave fue la permanencia de Correa en el Poder.
Se han detectado más de 640 fallas en las obras ejecutadas por el anterior régimen y eso significa más gastos para enmendar fallas. Las obras estuvieron mal ejecutadas y además de la presencia de la corrupción.
Con respecto a Glas, el presidente de la Asamblea Nacional y varios legisladores de esa bancada le han pedido que renuncie, pero ahora el múltiple ministro en la década de Correa pretende rescatar los restos del naufragio, acentuando la división en AP. Pronto se verán las desafiliaciones porque están en total desacuerdo con una postura que los deja como cómplices del desastre.