¿Con su música a otra parte?

“Es satánica y blasfema y atenta contra los sentimientos religiosos, mayoritariamente cristianos, de la sociedad”. (Congreso de Guatemala)

Una de las tres fotografías que colocó hace un par de días en su cuenta de Twitter, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, muestran a un policía sellando el local en el que se presentaría el próximo 5 de octubre la banda sueca de música satánica Marduk. Esto quizá como retaliación contra lo que predican los citados músicos.

Y es que estos dos hechos, entre otros, son los que tienen en las portadas de los principales periódicos y medios de esos países a esa organización musical que, pese a todo, suma 28 años de existencia artística, gústeles a unos, péseles a otros.

“(La banda) ha sido criticada por las letras de sus canciones, consideradas anticristianas. En las últimas semanas, en una gira que inició recientemente en Latinoamérica, ha sufrido vetos en países como Guatemala, Colombia y El Salvador”, relata un medio peruano.

Y es, precisamente, esa banda la que se presenta hoy en Quito como parte de su gira mundial 2018.

En apego estricto a la libertad, ellos están en su derecho de ejercer su trabajo sin talanquera distinta a lo que determine la ley, si es que existe regulación al respecto de su singular culto. Por si acaso la Constitución de Ecuador “invoca la protección de Dios”, ese que, se deduce, ellos repelen como agua al aceite. ¿Con su música a otra parte?

FRASE: Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres. (Emiliano Zapata)