Editorial: El flujo migratorio cambia en el Ecuador

Es indudable que el flujo migratorio con respecto al Ecuador ha cambiado notablemente. Mientras que en años pasados miles de nuestros compatriotas dejaron su país en busca de mejores destinos, sobre todo en Estados Unidos y España, ante una realidad que no les ofrecía mejores perspectivas, en la actualidad nos hemos convertido en una nación receptora de miles de migrantes que llegan de países de nuestro propio continente, especialmente de Venezuela, en donde una población empujada por una desastrosa situación económica, social y política, con carencia de alimentos y medicinas y una superinflación, busca desesperada una oportunidad para estabilizarse y lograr sostener sus cargas familiares.

En años anteriores a los actuales, tal migración provino especialmente de Colombia, en donde los migrantes no solo huían de la miseria, sino también de la violencia que duró décadas.

Es indudable que esta recepción de una población extranjera no solo tiene el riesgo de que se introduzcan elementos indeseables y peligrosos en la nación, sino que también ha servido para dinamizar en buena parte nuestra realidad laboral y económica, ya que llegan profesionales y artesanos dispuestos a ofrecer sus capacidades y su trabajo muchas veces a un menor costo.