Hace pocas semanas, el país conoció que al interior de diferentes centros educativos profesores, porteros y otras personas violaron a menores de edad. Hay algunos sentenciados por esta perversión sexual que mereció repudio general.

Y cuando el país pensaba que estas acciones inmorales y execrables habían disminuido, se conoció de más de estos actos de morbosidad enfermiza y criminal. Las redes sociales y mensajes de la llamada “realidad virtual” son el medio a través del cual adultos han captado la atención, el interés y la ingenuidad de muchos adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual y abuso.

Los actos denunciados deben servir como factores de lección, aprendizaje para poner cuidado en los representantes, educadores y el conjunto de la sociedad. Estos hechos hacen evidente que el internet ayuda en muchos aspectos para la formación educativa, pero también puede ser un camino y vía peligrosa, pues a través de ellas diferentes tipos de personas asedian, seducen y hacen víctimas a quienes creen en esos mensajes.

Esto debe preocupar a los padres de familia para vigilar más de cerca a sus hijos cuando se exponen sin cuidado a relaciones de amistad y filtreos por los medios electrónicos.