Exclusivo
Opinión

Hay quienes se creen “dueños” de las calles

El trabajo es un derecho y un deber. El Estado y la empresa privada deberían ampliar espacios de plazas laborales, pero realmente el problema más grande que tiene el país y la ciudad es la falta de empleo. Los candidatos presidenciables prometen solucionar este problema, pero al ganar las promesas se esfuman...

El trabajo es nobleza y cualquier actividad laboral es respetable; pero en el caso de aquellas personas que se toman la calle y se atribuyen ser guardianes no es concebible, porque ellos no garantizan nada. Es más, cuando no les pagan o les pagan poco son capaces de rayar el auto o algo parecido. Esos individuos por lo general son mayores, discapacitados o vagabundos. Sería apropiado un concurso para que participen los aspirantes a ser guardianes de carros. Se les otorgaría capacitación, uniforme, un tolete cuando menos, ya que no pueden llevar armas de fuego.

La falta de una adecuada señalización

Cada día hay más fallecidos por accidentes de tránsito. Los culpables son, en parte, quienes deberían controlar que los semáforos no estén dañados (semáforos “asesinos”), que no tienen una coordinación unos con otros y contribuyen a que se aglomeren los vehículos.

Antes habían los “policías acostados” que ya casi han desaparecido con el pretexto de que perjudicaban a la carrocería de los vehículos, pero si estos “policías acostados” fueran pintados con colores fosforescentes se podría evitar tantos accidentes que se producen, generalmente, por el apuro que tienen muchos conductores que no respetan los límites de velocidad.

El problema es serio. Parecería que no hay solución, pero si se hace una campaña de capacitación tanto a choferes como a peatones lograríamos menos accidentes.

Lic. Ricardo Ordónez Jaramillo