La Asamblea duplica su presupuesto

Justa sorpresa ha motivado la última resolución de la Asamblea Nacional en lo referente a la aprobación de su presupuesto, el mismo que deberá regir para el 2018, con un aumento nada menos que del 58,85 por ciento, destacándose, además, que los rubros que más crecen son los destinados a la obra pública, sobre todo en lo que tiene que ver con la terminación del Complejo Legislativo que se viene desarrollando desde el 2009.

En el estado de crisis en que está el país, este monto parece desproporcionado, pues la política en la actividad pública debería tender, más bien, al ahorro, a la economía, a la supresión de partidas innecesarias y, también, de personal excesivo.

Habría que analizar, entonces, los fondos que se han dispuesto para los gastos de viáticos, pasajes aéreos de tantos viajes al exterior, algunos sin importancia, y la contratación de asesores, que ha ido en aumento.

Si se trata, según las declaraciones presidenciales, de entrar al ahorro y a la reducción de compromisos en la actividad pública, entonces, las cifras del nuevo presupuesto legislativo resultan totalmente contrarias a esa política económica que se supone que debe regir para todos los Poderes del Estado.