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Opinión
La censura no ayuda en nada
Un interesante debate se produjo la semana que termina sobre la publicación del video en el que aparecen encadenados los tres trabajadores de El Comercio, quienes fueron secuestrados en la frontera norte. Muchos, en especial las autoridades del Gobierno, sostenían que el canal colombiano RCN había cometido una irresponsabilidad al difundirlo en sus redes sociales, con el argumento de que se trataba de un tema doloroso para sus familiares. Otros aseguraban que esto sirvió para entender la gravedad del asunto, ya que las víctimas daban a conocer por primera vez las exigencias de sus captores, es decir, la liberación de tres irregulares y la terminación del acuerdo bilateral entre Ecuador y Colombia sobre el control de la zona limítrofe. Un asunto tan delicado como el secuestro de tres compatriotas debe ser tratado públicamente, ya que gracias a eso la ciudadanía tendrá los elementos necesarios para luchar contra la pandemia de la delincuencia. Los colombianos han sufrido en carne propia el terror de los raptos y saben que si no se advierte a tiempo a la comunidad sobre lo que está sucediendo en su país, sencillamente la impunidad ganará la batalla. Estoy seguro de que Javier, Paúl y Efraín desean ser escuchados desde su cautiverio para llamar la atención de las autoridades. Por eso sostengo que promoviendo la censura será muy difícil detectar las amenazas. Una sociedad informada y comprometida con su entorno es más fuerte que las balas. Es hora de reaccionar, no vaya a ser que pronto no solo nos falten tres, sino muchos más.