La indisciplina en nuestras calles

EN LOS ÚLTIMOS días del régimen de Correa hay que esperar la reacción del nuevo presidente, Lenín Moreno, quien tendrá que oír las “maravillas” en que queda el país -sobre todo su economía-, según el mandatario saliente. Y la cruda realidad de los números, por otro lado. Pero Lenín no querrá convertirse en “síndico de una quiebra”, como dijo el presidente entrante Camilo Ponce, en 1956. Hasta tanto, queremos referirnos hoy a un creciente problema local, y es el descontrol de la velocidad de los carros no solo en las carreteras, sino dentro de la urbe, sobre todo en las calles de mayor tránsito. Ojalá funcione bien el nuevo radar móvil.

---

EN PRIMER LUGAR, falta una mayor difusión de los límites de velocidad. Eso de hasta 100 km por hora a los carros livianos, y hasta 70 km para los pesados en las carreteras, ya es bastante conocido. No así los límites DENTRO de la ciudad. Extraoficialmente se habla de que autos y buses pueden rodar hasta 50 km en la gran mayoría de las calles, y hasta 70 km en las anchas avenidas, que hay algunas en Guayaquil. Sin embargo, abundan los conductores que irrespetan los límites de velocidad, especialmente ciertos choferes de taxis y también de enormes buses. Y los otros carros deben “hacerse a un lado” para evitar ser embestidos.

---

Falta insistir contra la indisciplina peatonal y contra el mortificante uso del pito. Es escasez de cultura y de castigo... En las grandes urbes del mundo nadie pita y se respetan las leyes porque, asimismo, las multas son mucho más altas que aquí.