SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Opinión

¡A los ministros ni se los siente!

Los problemas del país se agudizan. Se denuncian falencias, se escandaliza la comunidad, se pronuncian las autoridades, pero el tiempo pasa, los problemas prevalecen y se agravan, y la comunidad se indigna por la inacción de las autoridades. Sin embargo, estas no reaccionan, y el presidente de la República, ante el reclamo ciudadano, sale a dar la cara con renovados ofrecimientos de que el aparato gubernamental entrará en acción con inmediatez y eficiencia. Dos supuestos caben: o el Ejecutivo no asigna recursos y pese a lo que comunica no da visto bueno a las obras, limitando u obstaculizando la gestión de sus ministros; o cuenta con un gabinete incompetente, que no ejecuta con agilidad ni alcanza resultados, o es incapaz de comunicar la obra realizada, de tal manera que la percepción de la población cambie.

El ministro de Salud no informa nada sobre la externalización de la entrega de fármacos ni avances para optimizar la atención médica y sanitaria. Y tras los excesos en el carnaval en Salinas, y las inundaciones en ese balneario, en Playas y en Guayaquil, ni el ministro de Turismo ni el de Ambiente se han pronunciado sobre las medidas que tomarán para dar un giro de 180 grados a la situación. Por respeto a sus funciones y por solidaridad con el presidente deben tener más protagonismo y actuar con diligencia, planificación y efectividad.