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Opinión
Octubre, real “Mes del Guayaquileñismo”
Estamos en Octubre, mes de tanta importancia no solo en la historia guayaquileña, sino también en la nacional, pues la gesta del día 9, año 1820, dirigida por los próceres que constan en la estatua mayor del Parque del Centenario significó el comienzo de la epopeya libertaria que terminó, 2 años después en el Pichincha, batalla del 24 de Mayo de 1822, y libertó a lo que ahora es la República del Ecuador.
Una frase que repetimos desde la escuela es la que afirma que Guayaquil fue libre “por el esfuerzo de sus propios hijos”. Y es que después llegaron, cuando ya el puerto era independiente, los libertadores Bolívar y San Martín, en 1822, y mantuvieron la reunión que recuerda el monumento del Hemiciclo de la Rotonda.
Por lo tanto, Octubre debe ser “el Mes del Guayaquileñismo”, con todo derecho. Sin embargo, ese calificativo se lo aplica, desde que en 1964 lo institucionalizó la dictadura militar de Castro Jijón (1963-1966), para el mes de Julio porque se presume que se celebra entonces la fundación de la ciudad, hecho en el cual los historiadores aún no se ponen de acuerdo. Y se escogió el 25 de dicho mes porque coincidía con el día dedicado al santo patrono de la urbe, Santiago.
Y es que la historia se nutre no solo de realidades del pasado, sino también de mitos y leyendas, como lo demostró nuestro primer historiador, el padre Juan de Velasco. Y la imaginación o los intereses políticos a veces se imponen sobre el criterio de la historicidad auténtica.
Así, pues, la independencia guayaquileña, en Octubre, que no viene de suposiciones ni de la creación lúdica de los poetas, es la que debe ser considerada para establecer el mes que nos identifica... (FCV)